Tengo ganas de verte [Priv. Aphrodi]

por **Shirou Fubuki** Vie Oct 16, 2015 1:39 am

Hacía un día hermoso, un sol radiante, temperatura agradable incluso a la sombra, una brisa suave que al rosar tu rostro se siente como una caricia de la persona que más amas en la vida. Un buen día para salir a pasear para matar el tiempo. Bueno, así sería si tan sólo no se hubiesen equivocado en el pronóstico del tiempo.

El albino había salido hace un rato de clases y había decidido pasar un rato en el parque. Incluso, había llevado su balón para practicar un rato a solas. No había mucha gente por lo que le fue bastante cómodo y podía moverse con mayor libertad. Sin embargo, sin previo aviso comenzó a llover, las nubes se colmaron hasta formar una gran capa gris que cubría totalmente el cielo.

El oji-grisáceo corrió para protegerse y así no empaparse; hace poco había salido de un resfrío y no sería bueno que se mojara en la lluvia. Mientras corría, a lo lejos, divisó una zona techada. Estaba en el centro de entre unos juegos para niños y, para su gran suerte, no había nadie.
Tomó asiento en una de las bancas que había en el lugar y ahora veía como se largaba a llover con mayor intensidad. Tendría que esperar a que la lluvia se detuviese o que por arte de magia llegase hasta él un paraguas y así lograr salir del lugar, pero daba toda la impresión de que ésta no se detendría en un buen rato y que no llegaría tal cosa en su ayuda. Sacó su celular y miró la hora, al menos no es tan tarde y podría pasar a comprar algo caliente para cuando pudiese ir a casa. Por el momento, se animó para aprovechar el tiempo; tomó su balón y se puso a jugar con el y así entrar un poco en calor. Sus manos comenzaban a enfriarse muy rápido, tiñéndose de un color púrpura, algunas zonas se veían azules incluso.

-Estoy muy aburrido… Saldría y me mojaría en la lluvia como de costumbre pero… - se distrajo al mirar el cielo gris. Le recordaba un tanto al día en que fallecieron sus padres y su hermano Atsuya. Su mirada se perdió en la inmensidad gris que había sobre su cabeza. Hace bastante tiempo no pensaba en su familia, era como si los hubiese olvidado por un periodo. A decir verdad, cada vez que les recordaba, era con gran nostalgia y pena, pero ahora todo era diferente, podía recordarles con una sonrisa en su rostro. Una sonrisa que, sin darse cuenta el albino, se dibujó en sus suaves labios.

por **Afuro Terumi (Aphrodi)** Vie Oct 16, 2015 5:16 am

El clima le había parecido algo familiar, los días que pasó en Korea habían sido de este modo, pero había algo que no era igual, que a pesar de que fuera su país tal su corazón estaba atado donde se había educado desde el comienzo, a pesar de que los días lluviosos no son brillantes como lo que siempre le había gustado. Sin darse cuanta se había desviado un poco del camino a casa, pero quizás demorar su llegado no sería tan mala idea.

Sorpresivamente al mirar a su alrededor había pasado muy cerca de su antiguo rival y lugar donde asistía una persona especial para él. Sonriendo susurro a sí mismo -Ironías de la vida me traen a Raimon, es gracioso que no me haya quedado-

Al seguir con su camino, el rubio por alguna razón supo que sería un buen día para llevar consigo un paraguas, pero no se percató que no era el de él, si no el de su madre, el cual era muy amplio, como para ir con alguien a su lado, pero quien no se habría informado del clima.

Pasando por el parque creyó reconocer a alguien a lo lejos, murmurando a sí mismo – ¿podría ser él? No, no creo que sea tan distraído – Riendo un poco, pero al acercarse a cada paso iba notando que esos cabellos plateados los conocía y que no podría confundirse a esa distancia.

Sin dudarlo se acercó un poco más acelerado hacía el chico con ojos grisáceos y con una sonrisa muy agradable a la vista, particular que poseía y con todo el valor del mundo posó su paraguas sobre la cabeza de quien había cautivado su mirada. –Creo que no es el mejor día para practicar y menos para salir sin paraguas- Mirándolo fijamente son quitar su expresión de alegría, como si no hubiera nadie más en el mundo.

por **Shirou Fubuki** Sáb Oct 17, 2015 1:51 am

¿Qué importaba si se mojaba unos momentos bajo la lluvia? Le es bastante deprimente ver que está lloviendo y él se detiene sólo porque teme que pueda volver a surgir su resfriado. Procuró que sus cosas no fuesen a mojarse, sacó su celular de su bolsillo y lo dejó sobre la banca junto a su balón.
Se sentía como una caricia en su rostro, lentamente, el rostro del peli-plata quedó empapado. Hacía bastante tiempo no se mojaba de ésta forma. Sentía como a cada gota caída en él era como si se llevase todo lo malo.
Miraba distraídamente hacía el cielo, su típica sonrisa, esa sonrisa dulce que sólo el peli-plata sabe dibujar en sus labios.

Sus ojos no se apartaban del cielo pero, de pronto, el cielo desapareció y ante él había algo que le obstaculizaba la vista y todo parecía indicar que era un paraguas, uno bastante grande “–Creo que no es el mejor día para practicar y menos para salir sin paraguas-“ Hacía mucho tiempo, un largo tiempo en que no oía esa voz. Se sorprendió al ver un chico esbelto, alto. Unos ojos de un rojo intenso, cabellera lisa, rubia. Terumi le veía con una gran sonrisa en el rostro mientras sostenía el paraguas por sobre la cabeza de Fubuki –Terumi – El albino aun no salía de su asombro, el rubio siempre sabía cómo aparecer de sorpresa y muchas veces (por no decir siempre) llegaba en los mejores momentos; era como el ángel guardián del más bajo –¡Hola! ¿Qué haces por éste lugar? – dedicándole una de sus sonrisas más alegres. El albino tiene bastante cariño al rubio, incluso, por un corto periodo de tiempo, pasó por su mente abalanzarse sobre éste pero rápidamente lo descartó. Pensaba que quizá al más alto le parecería extraña su reacción –A decir verdad, no esperaba a que lloviese. El clima cambió muy bruscamente de un momento a otro – como justificándose ante el rubio.
De algún modo, sintió como su corazón se aceleraba cada vez más.
Estar cerca del chico le ponía un tanto nervioso. Su mirada era penetrante e inquietaba al más bajo, dándole deseos de desviar un poco la mirada hasta otro punto pero realmente le gustaban sus ojos. Eran como un rojo carmesí brillantes y llenos de vida.
Se repetía una y otra vez en su mente que no debía quitar la vista... Quizás, cuánto tiempo más pasaría para que tuviese la dicha de volverlo a ver. Un pequeño rubor se asomaba lentamente por las blanquecinas mejillas de Fubuki; tal vez tranquilizarse sería una muy buena idea para que no fuese descubierto.

por **Afuro Terumi (Aphrodi)** Sáb Oct 17, 2015 5:49 am

Viendo la sonrisa del más bajo más se alegro el haber tomado el camino equivocado a casa, pues creí que no tendría oportunidades que perder ahora que el tiempo había hecho lo suyo en cada una de las vidas de los dos chicos, sabía que sus sentimientos eran complejos y que tendría que afrontar la realidad si no eran correspondidos, de hecho nunca había intentado decirlos, quizás este sería el día perfecto aunque no fuera tan brillante como habría soñado alguna vez.

Mirando tan intensamente los ojos del chico de piel blanca como la nieve fue notando como se iban tornando rosáceos sutilmente mientras le daba una excusa quizás algo torpe, pero tierna a la vez, pero lo mejor de todo era que por ese instante la atención era solo para él y nadie podría quitársela. Con un poco más de confianza respondió –Yo solo vengo del instituto y tomé la calle equivocada llegando aquí- casi riendo –el clima es como tus palabras, sorprendentes-

Apoyó el paraguas en la banca de tal manera que no se mojará el peli plateado y el mismo, comenzó a buscar su toalla que no había utilizado, ya que su práctica por obviedad fue suspendida por el clima, pasándosela para que secara la humedad del cabello y rostro el chico que tenía frente a sus ojos y un con una sutil seriedad fingida se acercó quitar unas gotas que recorrían las mejillas de este –Será mejor que regreses a casa pronto o podrías pescar un resfriado y pasar un par de días sin practicar, yo imagino que no quieres que eso suceda, ¿no es así?- pasando delicadamente la toalla aun sobre el rostro de su querido.

Cuando se percató de su extraña acción inconsciente disimuló su vergüenza como si fuera la cosa más común del planeta el reducir el espacio personal de alguien más, pero tenía muy claro que quizás no siempre podría ocultar tales impulsos y sentimientos latentes en su pecho.

por **Shirou Fubuki** Sáb Oct 17, 2015 7:27 am

El más alto le hacía sentir más seguro, era como si la sola presencia de éste pudiese dar por sentado que nada malo le ocurriría. Desde que se conocieron Terumi había demostrado gran interés por el bien estar de Fubuki a la vez que el más bajo le agradecía todo lo hecho por su persona.
Además de ese gran formalismo que a veces solía tener el peli-plata, había aprendido a conocer al rubio como también había tomado un gran cariño hacia su persona.

Mientras se resguardaban bajo aquel techo, Aphrodi dejó el paraguas sobre la banca, cerca de donde Fubuki había dejado sus cosas. Éste acercó sus manos hasta su cara que estaba húmeda y muy helada, sus mejillas se sentían calientes, un calor interno que hacia un esfuerzo por salir; con sus manos heladas se intentaba retirar el agua que aún había en sus platinados cabellos.
Fue cuando se percató de la cercanía de Terumi, extendiéndole una toalla. Unas gotas cayeron de sus cabellos hasta sus mejillas las que poco a poco comenzaron a correr pero el más alto detuvo su rumbo con sus manos; notó el semblante de éste el cual era bastante serio. Sabía que cuando le miraba de esa forma era porque le daría un sermón. Y no se equivocó. El oji-rojo había dado en el clavo, pese a que ya había estado con un resfriado que, había “acabado” hace no más de 2 días, el albino había decidido mojarse de todos modos. Agachó la mirada uno segundos y al momento de devolver su mirada hasta ver al más alto, éste pasa la toalla con gran cuidado por su rostro.
Pese a que no sintió la mano del contrario, la acción de todas formas logró que el albino se ruborizara un poco más… Luego el más alto se alejó de él dejándole un poco más de espacio –Gr-gracias por la toalla – tartamudeó sin poder evitarlo –En verdad me iría a casa. Llevaba un buen rato aquí antes de que llegaras, Terumi – dando una dulce sonrisa para agregar –Esperaba a que dejara de llover o que al menos no fuese tanto porque no he traído paraguas – señalando con su mano derecha todo lo que llevaba consigo: su móvil y el celular que estaban juntos sobre la banca –Hasta que has llegado tú – riendo mientras camina hasta sus cosas y guardar su celular en uno de los bolsillos de su pantalón –Siempre llegas para ayudarme. –

por **Afuro Terumi (Aphrodi)** Sáb Oct 17, 2015 8:21 am

Al percatarse de que a cada momento se sonrojaba más el chico que había captado su atención absoluta creía que era una gran idea alejarse, pero aun así no era la mejor idea, ya que los centímetros eran menores de lo que había estado antes que más creía que era el tiempo de decir algo aunque fuera repentino, pero más le pareció cuando escuchó salir de los labios del chicos de cabellos plateados -Siempre llegas para ayudarme- eran las palabras que menos esperaba en ese momento, pero no era suficiente para estar tan seguro de decir a cerca de sus sentimientos justo en ese instante, creía que no debería forzar las cosas, pero quizás si hablaba un poco más con él a solas podría sacar de a poco el tema, le sonrió de tal manera que quería transferirle su sentir con solo mirarlo directo a los ojos –siempre hay que prevenir, antes que lamentar y exageras, no es para tanto, solo llegué en el momento indicado-

Pero sin siquiera saber lo que hacía se iba acercando más, pero al sentir que su corazón de aceleraba soltó la toalla sobre los cabellos del peliplata, quedando descubierto desde su nariz hasta su mentón donde podía apreciar los ansiados labios que siempre había querido besar desde que tocó algo en el que nadie más había llegado a descubrir, como si estuviera en lo recóndito de su interior, pero sin más remedio no pudo contenerse más –Fubuki…Me gustas- besándolo sin pensarlo.

por **Shirou Fubuki** Sáb Oct 17, 2015 9:10 am

Tal vez si exageraba un tanto con lo último que dijo pero así era como lo sentía el peli-plata. No podían ser sólo coincidencias vacías; él seguía pensando que había algo más entremedio, algo que, difícilmente llegaría a saber. Pero eso era lo que más le atraía del rubio, siempre podía contar con él, sin importar lo lejos que estuviese, el tiempo se haría cargo de volverlos a juntar.
La sonrisa del contrario le transmitía calidez mientras que sus ojos intentaban decir o tal vez gritar algo. Por más que quisiese descifrar tal código, le sería difícil, él no era bueno para ese tipo de cosas.
Eso sí, estaba seguro de algo y era que sus ojos le estaban transmitiendo cariño; un cariño que le hacía sentir feliz y lleno. Iba responder ante lo que dijo pero se sorprendió cuando éste deja caer la toalla sobre su cabeza. No hizo un esfuerzo por esquivar la caída de la toalla pues el aroma era el de él. Intentando que no fuese tan notorio, se quedó inmóvil, el aroma del más alto le gustaba y provocaba en el una sensación como de estar sobre una nube, acostado sobre la nube más suave. Un dulce aroma que le estaba llamando para que se acercara más a él.

No fue necesario, el rubio tomo la delantera y aprovechándose de que el albino no podía ver nada y que además la toalla había caído de tal forma que dejó descubierto los suaves labios de Fubuki. Soñaba despierto con el aroma del contrario cuando se percató de que éste se iba intensificando debido a que Afuro estaba más cerca. Su corazón comenzó a latir más deprisa, hasta que éste se detuvo de forma brusca al oír la repentina confesión.

Paralizándose y como acto refleto, abrió los ojos como platos. Estaba totalmente absorto ante lo que escuchó pero sólo podía sentir los labios de Terumi posados sobre los de él. Eran suaves y delicados, mejor de lo que se pudo haber imaginado en toda su vida. Ya no daba para más y un rojo intenso se apoderó del rostro del albino a la vez que éste cerraba los ojos para disfrutar del beso –Te-Terumi… – logró articular entremedio del beso de forma inconsciente.

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