¡Feliz cumpleaños, Haruya!

16 de Octubre. El día por fin había llegado y las invitaciones ya hace días habían sido enviadas a cada uno de los de Raimon para que asistiesen a la fiesta. Ahora, sólo quedaba terminar los preparativos para que el lugar estuviese listo para la noche.

Haruya había quedado de salir con Rean, por lo que ella sabría muy bien como entretenerlo y así tener tiempo de sobra. Que la pelinaranja pidiese salir un día y le ofreciese jugar fútbol no levantaría sospechas en el pelirrojo.
Los detalles faltantes eran mínimos, Hitomiko se aseguraba de que los globos (todos rojos) estuviesen bien ajustados y que ninguno fuese a caer. También se había puesto un lienzo que decía en legras grandes “Feliz cumpleaños Nagumo Haruya” sobre la mesa en la que todos se sentarían para cuando llegase el momento de repartir la torta.

En tanto, Gazelle preparaba el regalo de para su amigo; el día que había ido a comprar lo que sería el regalo para Nagumo, Suzuno no lograba decidir que sería lo mejor para ese estúpido. Haruya solía ser totalmente mañoso en cuanto a regalos y aunque Gazelle lograba dar en el blanco con lo que al chico le gusta, siempre había un atisbo de duda. Con Haruya nunca se podía tener claro que era lo que ocurriría.

Guardó parte del regalo para el pelirrojo en una caja envuelta en papel de regalo con diseño de tulipanes (porque fuese su cumpleaños, no significaba que el albino no quisiese hacerle una broma referente a su cabello) y una cinta que evita que se desarme el regalo; una cinta roja también que tenía la forma de una rosa *En la tienda no había otra cinta más varonil* de algún modo, la forma de ésta le era un poco incómoda para Gazelle, le hacía sentir como si el regalo fuese para una chica, quizás una amiga o a su novia –¿Mi novia, Burn? – la idea de imaginarse a Nagumo como su “novia” le causó gracia. Ni en un millón de años Haruya aceptaría ser la novia de Gazelle.

Dio un pequeño suspiro ante las tonterías que pensaba y se volvió a concentrar en lo que hacía; el otro regalo, iba en una bolsa. La que a su vez era portada por un bolsito de cartón con diseño de niños jugando soccer, lo selló con un poco de cinta adhesiva y lo dejó junto al primer regalo sobre un mueble, escondiéndolo detrás de unos cuadros con fotos de los niños de Sun Garden, que estaba en la sala en la que se llevaría a cabo la fiesta  sorpresa a Nagumo para luego encaminarse a ayudar a Hitomiko en la decoración.

Por fin el día señalado había llegado era el cumpleaños del pequeño tulipán flamígero, No tenia problemas de regalo ya que lo tenia comprado desde hace semanas para que no le cogiera el toro el ultimo día como a muchos seguro que le había pasado.

Salí de mi cuarto después de haber estudiado y deje el paquete con el regalo de Nagumo sobre la mesa donde habían depositado los demás los suyos. Viendo como Suzuno y Hitomiko preparaban la decoración de la fiesta.-Chicos, Hitomiko-san me voy a meter en la cocina para terminar de preparan los platillos del cumple.-Sonreí y me adentre en la cocina sacando todos los ingredientes.

Me puse el delantal y empece a trocear verdura de forma que cuando Nagumo comiera no se diera cuenta que también comía algo de verde, Y ahí estaba yo con el pelo recogido para que no se depositara nada en la comida mientras jugaba con los platos haciendo que tuvieran forma de tulipán, una llama y hasta un balón, cosa que la verdad me había costado bastante.

Acabe de prepararlo todo y antes de llevarlo a la mesa me puse a limpiar la cocina ya que no era cuestión de dejarla manga por hombro y hecha unos zorros. Me llevo unos diez minutos limpiarla despues de rato enorme que cocinar, lleve los platos a la mesa y mire un reloj de pared que marcaba que íbamos bien de tiempo, por lo que me puse a ayudar con la decoración de los detalles mas altos ya que era uno de los que mas estatura tenían de Sun Garden.